domingo, 28 de septiembre de 2014

El día en que conocí a La Leyenda

This is the end, beautiful friend
This is the end, my only friend, the end
Of our elaborate plans, the end
Of everything that stands, the end
(The end- The Doors).

Me desconecté del blog por unos días. Durante cuatro días no hubo tiempo de contar anécdotas graciosas y sólo hubo lugar para trabajar  muy duro (como un esclavo, páguenme dinero). Bueno, un poco exagero, ya que el trabajo de "esclavo" se desarrolló en el castillo de Courtomer. Un castillo igual a esos que ves en las películas. Sólo que este tenía una particularidad: fue construido en 1789, el mismo año de la Revolución Francesa. El Conde de Courtomer fue un visionario del negocio inmobiliario. Pero por desgracia para él, a la gente de su época no le pareció una buena idea construir semejante fortaleza en esos tiempos... así que lo mataron.
Y ese fue el escenario escogido para que redactores publicitarios de todas partes del mundo hicieran un curso sobre marketing, negocios y redacción. No voy a contarte qué aprendí en el curso porque a vos no te van a interesar. Así que voy a contarte algo que ocurrió en ese castillo que cambió mi vida para siempre.
De chico había visto todas sus películas. Era fanático de él. Pero en definitiva pensé que era un mito. Alguien a quien nunca en mi vida vería. Pero la vida me dio una oportunidad que no esperaba y pude conocerlo. Pude cenar con La Leyenda. Así que aquí está: Chuck Norris.
Sé cómo son las Leyendas. Suelen decir que no son ellos, que sólo son parecidos, que los confundimos con otro. ¡Buen intento Chuck! Me dijo que su nombre era Philip y que era un economista australiano que sabía mucho de Real Estate y del apasionante fútbol australiano (de hecho se levantó a las 6:30AM para ver la final de esa liga). Pero a mí no me engañas Chuck. Por eso hice la investigación necesaria en internet y encontré este afiche que despeja todo tipo de dudas.

¡Gracias Chuck! Nunca olvidaré esos 4 días contigo en un castillo francés.
Por desgracia ayer al mediodía le dije adiós a mi amigo Chuck, quien le puso la frutilla al postre de este viaje. Quedan pocas horas para que esta nueva travesía europea llegue a su final. Pero como no todo es tan simple como uno desea, me acabo de enterar que hay una huelga de pilotos de Air France y no sé con seguridad si mi vuelo sale o no. Por suerte, tengo el número de Chuck para que irrumpa en las oficinas de esa aerolínea de mierda.

martes, 23 de septiembre de 2014

No hay mal que dure 100 años (salvo en Francia)

Él es el rey de una maldición, que lo hizo rey
Será feliz siendo triste, rey qué puedo decirte
(El rey de la triste felicidad-La Renga)

Cuando me desperté vi que la habitación era para mí solo. No quedaba ya ningún compañero de cuarto, todos se habían ido a sus países: felicidad en estado puro. Desayuno francés y de ahí a hacer el clásico recorrido por la ciudad de manera gratuita que ofrece la empresa Sandeman's New Europe (Publicidad No Tradicional pagada por Fabri para que promocione la compañía para la cual trabaja).
Es una buena idea hacer ese tour para tener un pantallazo general de la ciudad en la que uno está (por eso hubiera sido una mejor ida haberlo hecho ayer). La guía, una española nacida en Barcelona (¿es española o catalana?) nos dice de antemano que el tour va a ser largo y que vamos a conocer mucho de la historia francesa: desde la Edad media hasta la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial.
El comienzo es en la Catedral de Notre Dame. En palabras de la guía la Catedral está mejor en su parte trasera que en el frente. Si sos amigo mío conozco tu nivel intelectual así que voy a ponerlo en términos que vos puedas entender: tiene mejor culo que gomas.
Ese es sólo el comienzo, porque la guía prometió mucha historia y no miente en nada. El recorrido dura casi cuatro horas y sirve para conocer todos los detalles de la larga historia francesa. Pero no únicamente esos que encontrás en Wikipedia, sino también algunos bastante más pintorescos (que seguramente también deben estar en Wikipedia, pero dejame creer que me contaron algo súper secreto).
Y como sé algo súper secreto voy a compartirlo con vos. Vas a saber cuál fue la maldición que recayó sobre Francia durante más de 100 años. ¿Te acordás de los Templarios? Bueno, al parecer matar al último de los hombres de esta secta no fue una gran idea, porque mientras lo estaban quemando en la hoguera a Jacques de Molay se le ocurrió maldecir al Rey Felipe IV, al Papa Bonifacio VIII y a todo el pueblo francés. No sé si creer en ese tipo de hechizos, pero aquí van algunos datos fácticos:
-Felipe IV murió en un accidente de cacería en 1314.
-Bonifacio VIII murió enfermo ese mismo año.
-Casi un tercio de los franceses murió en 1314 por la plaga.
-20 años más tarde, Francia entró en la Guerra de los Cien años.
Y por si fuera poco: Francia no ganó un Mundial hasta 1998. 
Tremendo, por las dudas aclaro: si hay que saltar, salto por los Templarios.
¿Qué hice después de tantos datos históricos? Sí, dediqué mi tarde a trabajar mientras espero la llegada de Fer, mi nuevo compañero de viaje.
Por cierto, mañana partimos hacia Normandía para trabajar duro, así que nos reencontramos en este baticanal el próximo sábado. En lo que queda de la semana prometo subir algunas fotos.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Sacre Bleu! No entiendo una miegda

There's colors on the street
Red, white and blue
People shufflin' their feet

(Rockin' in the free world-Neil Young)

Fabri ya está en Madrid. Gregui sigue en Dublín (ok, prometo no hacer ningún comentario peyorativo sobre esta ciudad). Pero mi tarjeta de embarque marca París. Y hacia allí fuimos. Principalmente con la esperanza de que el hostel no fuera tan pedorro... y felizmente se cumplió, por lo que no va a hacer falta que nadie descargue su ira con Facu Prats.
Después de una noche de sueño profundo y reparador, llegó la hora de recorrer junto a Roy una de las ciudades más emblemáticas del mundo. Tantas cosas para ver. Tanto para visitar. ¿Por dónde empezar? No tengo idea, por eso Fabri me armó un listadito.
Para ir a lo seguro empezamos por la Catedral de Notre Dame. Se ve que mucha gente decidió también ir a lo seguro, porque la cola era de una cuadra. Por suerte avanzó rápido y en pocos minutos ya estábamos dentro para disfrutar de algunas pinturas, cruces y vitrós muy bonitos. Como primera parada cumplió realmente con las expectativas.
La segunda visita también prometía mucha cultura: el museo del Louvre. Por desgracia también prometía mucha gente y eso no nos defraudó. ¿Regalan dinero adentro? ¿Ahh no? ¿Y por qué la fila es tan larga, entonces? Bueno, quedará para más adelante (esperemos que alcance el tiempo).
Pero no te preocupes. Porque a París siempre le queda un as de espadas bajo la manga... Y esa es la Torre Eiffel. Después de caminar más de 30 cuadras la colosal torre se aparece frente a nuestros ojos (bueno, en realidad los míos, Roy aprovechó para tomarse una siesta dentro de la mochila). Hay dos posibilidades: subir por ascensor o a pie. Vamos a gamba... y vale la pena. No sé cuántos escalones fueron. Pero al final la llegada valió el esfuerzo. ¿O no?

De hecho estamos en lo que alguna vez fue el monumento más alto del mundo (300 metros).
Tras un rápido descenso llegó el momento de almorzar... y trabajar. Sí, trabajar. ¿Te acordás que vine por trabajo? Pues a eso me dediqué durante la tarde.
En fin, antes de que te vayas hay algo más. Todos los comentarios previos que había recibido sobre los parisinos era que son personas arrogantes que no ayudan absolutamente a nadie... y menos si uno no habla francés. Tengo que reconocer que no hablo una sola palabra de francés (hablo alemán que es mucho más copado ña ña ña ña). Pero por suerte, tres parisinos muy gentilmente se ofrecieron a orientarme un poco. No sé si fue su amabilidad o la .22 que llevo en el cinturón que los intimidó. De todos modos quiero agradecerles por esta vía a esos tres anónimos parisinos que hoy le brindaron un gran servicio a este joven argentino. Merci.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Dublín en imágenes

Acá van algunas fotos de estos dos intensos días en la capital irlandesa.

Con Gregui en la torre del Castillo de Irlanda.

Roy ve sus primeras tetas en su vida. Está muy conteto.

Breve visita al Oktoberfest en Dublín (sé que es septiembre peroasí son en Irlanda).

Vista muy linda desde la Península de Howtd.

Mientras publico esto, Fabri arma sus cosas para ir para el aeropuerto. Se va el tercer hombre de esta historia. Quedamos Roy y yo.

El gran escape

Tonight there's gonna be a jailbreak
Somewhere in this town
See me and the boys we don't like it
So were getting up and going down

(Jailbreak-Thin Lizzy)

Roy me pasa una pala, Fabri ilumina con la linterna y escavo con fuerza debajo de nuestra cama. Tenemos que operar de noche, para que ningún guardia se dé cuenta de nuestro plan. Se suda. Hay que planificar todo para que quepan las valijas. Pero finalmente vemos la luz del día y huimos hacia la casa de mi amigo Gregui. 
Se terminó la odisea. Corremos rápido, prometiéndonos que nunca volveremos a caer en esa cárcel o hostel. Cualquier película de cárceles que veas en televisión se parece en prácticamente todos los detalles a nuestra experiencia en el hostel: baños alejados, peleas entre prisioneros, capos del pabellón, etc.. Faltó sólo el duelo con facas.
Bueno, en definitiva, seguramente querés saber algo de Dublín. ¿Con qué te encontrarías si caminaras por sus calles? De cada 5 negocios, 3 son bares. La arquitectura de la ciudad es muy parecida a la inglesa, pero no lo digas porque los irlandeses odian a los ingleses (después de todo fueron colonia inglesa durante 7 Siglos).
Ahora dejame decirte algo sobre los irlandeses. Generalmente escucho que los estereotipos son malos, que no hay que prejuzgar a las personas y demás ganzadas. El prejuicio sobre los irlandeses es que son ebrios, pelirrojos y pendencieros. El prejuicio se aplica 100%. ¿Ves que al final los prejuicios son útiles?
Voy a contarte TEXTUALMENTE las mismas lecciones que nos enseñó un irlandés en un bar:
-"Si te casás... tomás"
-"Si vas a tener un hijo... tomás"
-"Si tu mujer se hace un aborto... tomás"
Listo, creo que se entiende. No importa lo que hagas o quieras hacer, pedite una pinta y tomá.
Hasta aquí llega la aventura por tierras irlandesas... y también la compañía de Fabri. En horas él volverá a Madrid (donde parece que es feliz, dice el Indio Solari). Pero Roy y yo tomamos otro camino. París nos espera.
PD: el hostel de París fue sugerido por mi amigo Facu Prats (el mejor diseñador de imagen del mundo). En caso de que sea una bosta igual que el de Irlanda voy a publicar su dirección y teléfono para que lo llamen y le tiren basura en la puerta de su casa.

viernes, 19 de septiembre de 2014

El peor hostel de tu vida

Oh, there is no escape,
The sea is full of sharks.
The tide takes you away, and
Smashes you on the rocks.
The sun is shining,
But feel not today,
It's warmth, it's dying,
And fading away.
(Devil's Island-Megadeth)

Seré breve, principalmente porque tengo poca batería y no sé cuán confiable es esta conexión de internet. Creo que estamos hospedados en el peor hostel de Dublín. Desde que llegamos jamás hubo conexión de internet, por lo que el propio conserje me dijo que me cuelgue de la red del hotel de al lado ¡y hasta me pasó la contraseña!
Si tenés la desgracia de caer en el hostel Kinlay primero te deseo que te sea leve. Y segundo te paso la red y la contraseña de internet que tenés que utilizar:
Red: Harding
Contraseña: 1256903478
Prometo ampliar en cuanto tenga más tiempo y un mejor servicio de internet (que no sé cuándo será).

København: Mange Tak!

Can't understand what is happening to me
this isn't real, this is only a dream
but I never have felt, no I never have felt this way before
(Heaven can wait-Iron Maiden)


ATENCIÓN: Esto que estás leyendo lo estoy escribiendo desde el avión. Los días en el paraíso nórdico han llegado a su fin...
Pero antes de contarte cuál es el próximo destino del inseparable trío tenés que conocer cómo fue el “hasta luego” a la capital danesa (porque algún día pienso volver, ¿no?). Esta vez no hay castillos, ni estatuas de guerreros ni Iglesias. El plan fue bastante más mundano.
¿Sabías que en Dinamarca están los dos parques de diversiones más antiguos del mundo? El Tivoli es el segundo, construido a principios del Siglo XX y en el cual se inspiró Disney para construir su propio parque (con datos como este en el próximo asado al que vayas la rompés). Adentro todavía se puede viajar en una montaña rusa de más de 100 años que es operada manualmente. Y también podés ver a chicos daneses que van al parque con la escuela y tienen que hacer ejercicios de física vinculados a los juegos. Estos daneses piensan en todo.
Pero en lo que seguro nunca pensaron en Dinamarca sería en escuchar a un argentino (Fabri) gritando como un imbécil “Viva Perón” al subirse a un juego de caída libre llamado Vértigo. Según palabras de Fabri, el Parque es muy danés, es decir: divertido pero no tanto. En definitiva, así se fue nuestra última mañana danesa.
La tarde en cambio nos tuvo paseando más de 40 cuadras hasta encontrar un lugar en el que pudiéramos imprimir las tarjetas de embarque. Sí sí, sé que suena absurdo. Nuestra primera opción fue un locutorio, como haríamos en Buenos Aires (o en cualquier otra parte del mundo). La mala noticia es que no encontramos ninguno, así que entramos en una librería, que resulta una buena opción para un Plan B. Pero allí también nos abrazamos con el fracaso. Así que muy gentilmente nos sugirieron dirigirnos a la ¡Biblioteca Pública de Copenhage! ¿No hay otro lugar en toda la ciudad para imprimir dos páginas? Al parecer no. Muy moderna la biblioteca, es un espacio de intelectuales y tiene una gran colección de libros del período bahhhh ¿a quién le importa? Imprimimos y volvimos al hostel a buscar nuestras valijas.

Claro, en el bar del hostel nos encontramos con nuestros compañeros de habitación, los ebrios Miles y Jordan, quienes también estaban abandonando la ciudad. Valijas en la mano y Roy en la mochila (se convirtió en el primer gallo en visitar Dinamarca dos veces, sépanlo World Guinnes Record) partimos hacia el aeropuerto. En el camino sello mi promesa de lealtad eterna con esta ciudad. Fueron las últimas imágenes de Copenhage… ahora es el momento de explorar Irlanda. 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Una discusión que pone en jaque 25 años de amistad

Tratando de abrazar
los vientos que enfrían tu alma
en la tormentosa soledad
de estos elefantes en Europa
(Elefantes en Europa-Divididos)

A Fabri lo conocí a los 4 años. Me hice amigo enseguida. Obviamente hubo momentos de mayor distancia o cercanía según el momento, pero siempre fuimos amigos. ¿Discutimos? Sí, varias veces. Pero nunca como hoy.
Antes de explicarte lo que pasó quiero mostrarte algo que aprendí hoy. ¿Qué hace un argentino que funda una empresa desde cero y se hace rico con su empresa? Se da la gran vida, tiene buenos autos, buenas casas y putas caras. ¿Qué hace un danés que crea su propia empresa, le va bien y se hace mega multi archi millonario? Le regala cosas a la ciudad en la que nació porque cree que es injusto que él sea rico y el resto no. Pfff... Daneses.
Bueno, esa es básicamente la historia de Jacob Christian Jacobsen, fundador de la cerveza Carlsberg. Por la mañana tomamos el tren para ir a la cervecería. Si bien no estamos en el centro de la ciudad y el barrio parece bastante más residencial, dos colosales elefantes blancos nos dan la bienvenida a las instalaciones.

Tras abonar 80 coronas accedimos a las instalaciones. Primero un paseo por el sector de testeo de calidad y luego por el primer piso de la fábrica en donde funciona un restaurant para los empleados. Allí no faltó oportunidad de ganarle una cerveza a Fabri jugando al metegol (reconozco que pagó honrosamente la apuesta). También pudimos visitar la colección de botellas de cerveza más grande del mundo y los primeros transportes en los que llevaban la cerveza. Y para demostrar que el mundo es un pañuelo, nos encontramos con nuestros dos compañeros de habitación, quienes resultaron ser tan ebrios como nosotros y con ellos brindamos (NdeR: hace dos años te conté que por alguna razón extraña a mí siempre se me terminan pegando los ebrios, esto no hace más que confirmarlo).
Al final de la recorrida hubo tiempo de pasar por la tienda de regalos y comprar un par de cosas lindas.
Pará ¿dónde estuvo la pelea? En que según Fabri, la fábrica de Carlsberg es "una trampa para turistas". Discutimos no menos de media hora sin llegar a ninguna conclusión. En fin, si tenés una tarde libre en Copenhage y querés tomarte un par de cervezas en el lugar en donde se produce, es una muy buena alternativa. Voy a ver si le retomo la palabra.

martes, 16 de septiembre de 2014

Las segundas partes también son buenas

¡Qué placer verte otra vez!
nos decimos sin hablar
hoy todo vuelve a empezar
y será lo que ya fue
(Antes y Después- Ciro y Los Persas)


Dejame confesarte algo. Estaba pensando en ponerle a la crónica del día "Dos Argentinos en Copenhage" como título. Quedate tranquilo, por suerte no se viene ninguna película pelotuda promovida por Telefé con títulos tales como "Mi papá es un alcornoque" y cosas parecidas. Acá se trata de Fabri y de mí (y de Roy) recorriendo Copenhage.
Pero elegí ponerle otro título por una razón muy sencilla: algún boludo dijo que "segundas partes nunca fueron buenas" y la frase se hizo popular. Seguro que  esa persona nunca vio Terminator 2. Las segundas partes pueden ser tan buenas, e incluso mejores, que las primeras. Y de eso se trató el día de hoy.
Todo arrancó en el mismo lugar que hace dos años: el tour a pie por la ciudad. No puedo negar sentir un aire de superioridad: ya me sé cómo termina el 90% de las historias que la guía cuenta. Y hasta aporto datos que ella olvida decir. ¡Qué hinchapelotas que soy! Lo reconozco. Nada quedó fuera de nuestro recorrido: el ayuntamiento (recomendable), la estatua de la Sirenita (no tan recomendable mucho marketing), la estatua de Absalom (recomendable), la Ópera (recomendable) y una larga lista. En el camino inclusive hubo tiempo de pasar por el bar más viejo de la Copenhage, que se encuentra a un par de cuadras de la calle más vieja de Copenhage, que a su vez tiene la Dinastía más vieja de Europa. ¿Se entiende? Todo en Copenhage termina siendo lo más viejo de Europa o del mundo.


Y si te digo que esta vez la pasé mejor que hace dos años es porque pude saldar una cuenta pendiente. Mirá esta foto (no te preocupes, no espero que me preguntes ¿qué foto? para hacer la rima)...
¿Alta, no? La verdad es que es la torre de la Iglesia de Vor Frelsers, construida en 1752 (estoy googleando, no sé tanto de fechas de Iglesias). Pero tenía anotada esa torre como una de las atracciones que me había perdido la primera vez. Por suerte hoy hubo revancha.
Doscientos mil angostos escalones de madera (y 40 coronas) después...

Tacho la torre de la lista. Todavía quedan un par de cuentas pendientes y mañana va a ser un gran día.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Me viste volver

Me verás volver
por la ciudad de la furia
donde nadie sabe de mí
y yo soy parte de todos
(La ciudad de la Furia-Soda Stereo)

La semana pasada todavía no había caído: el lunes iba a estar en Copenhage. De nuevo. Pero con mi amigo de toda la vida. Antes de seguir tenés que saber algo. Tengo la teoría, casi científica, de que soy un danés que por un tema de papeles tuvo que nacer en Buenos Aires, pero que en el fondo soy danés. Algunos dicen que es un delirio (todos). Pero bueno, yo creo que es así y es lo que cuenta.
La primera vez que estuve en la capital danesa había sido hace dos años y cuando me fui, esa mañana, no sabía cuánto tiempo iba a tardar en volver. Dios quiso que sólo tuviera que esperar dos años para volver a esta ciudad que tanto me maravilló.
Pero no quiero confundirte, porque no todo fue color de rosas. Para llegar de nuevo a Copenhage hubo un viaje de casi 3 horas de avión desde Madrid. Ok, es un viaje corto. Pero se te hace larguísimo si en la fila de adelante tenés a un "empresario" rompiendo las pelotas con su laburo y hablando sin parar tres horas con sus empleados sobre "productividad", "proyectos", "PBI", "empresa" y "capitalización". "Empresario" español: ¡NO NOS IMPORTA! En fin, además de esa educativa charla sobre administración de empresas también hubo tiempo para encontrar parecidos: un danés parecido a Tinelli y un chino parecido a Riquelme. Y por supuesto, también tuvimos la ocasión de jugar un truco a 10 mil metros de altura. En este caso, un truco gallo (gran chiste, reírse).

Finalmente aterrizamos pasadas las 5 de la tarde. El aeropuerto es bastante claro: estamos en el país más feliz del mundo. No, no es Burkina Faso al final. Parece que es Dinamarca.

Tras salir del aeropuerto, tomamos el tren y... nos perdimos. Así que preguntamos a dos aldeanas cómo llegar a nuestro hostel. Después de caminar más de 15 cuadras llegamos a nuestro destino. Las buenas noticias son que nos pasaron de una habitación de 6 a una de 4. Somos el 50% de la habitación y venimos del tercer mundo... nos van a tener respeto. La mala es que microsoft no me deja acceder a mi mail porque no le resulta normal que lo habra desde Dinamarca (LRPMQLRP). No me escriban al mail. No voy a poder leerlo.
Tras dejar nuestras cosas hicimos el reconocimiento de campo. Bueno, de ciudad. ¡Qué lindo volver a recorrer la peatonal Stroget! Volver a ver esos precios exorbitantes en coronas danesas. Tener que comer en un Burger King (y que encima de onda el encargado nos venda un menú que sólo es para chicos de entre 11 y 15 años). Pero bueno así es la vida de dos argentinos ratoneando en el primerísimo primer recontra primer mundo.
Por suerte hubo tiempo para volver al hostel y brindar con un pequeño vaso de Carlsberg en el bar...

Lo que no se vio de ayer

Ok, ayer estaba cansado. Te pido perdón. Sé que tal vez te sentiste defraudado o te preocupé (???). Pero te voy a compensar con algunas imágenes de lo que fue la llegada.

No, no es un guerrillero recién salido de la selva. Es Fabri reencontrándose con su viejo amigo Roy.

Roy jugando a la X-Box 360. Eligió al Bayern München.

domingo, 14 de septiembre de 2014

El destino que nos arrimó

Si en el destino que nos arrimó
fueron las plateadas cruces de Black Sabbath
y sus resplandor
sumadas a la bella séptima estrella
y la concha de Dios
que estamos unidos
(A vos amigo-Almafuerte)


Nunca creí que iba a escuchar la frase "¿Hay un médico entre los pasajeros?".  Pero pasó. Creeme que pasó. Me preocupé por la posibilidad de que los pilotos estuvieran intoxicados y Emilio Disi y Gino Renni terminaran piloteando el avión. Por suerte no llegó a mayores.  Falsa alarma.
Escala en Roma después de 12 horas de vuelo. Otro avión y 2 horas y media después... llegamos a Madrid. A reencontrarnos con Fabri, una vez más en territorio europeo. La última vez el Euro estaba 6 a 1 con el peso. Hoy está a 17. Son signos de que el país va bien (prometo que no voy a hacer más comentarios de ese tipo).
Después de los abrazos de rigor y los chistes de siempre vamos derecho para el departamento (incluye una combinación con 4 subtes distintos). Pasé mis últimas 16 horas entre aviones, aeropuertos y estaciones de subte. Por fin puedo dejar mis cosas y tomar un vaso de agua de esos que no se le niegan a nadie. A esta altura, eso se parece mucho a la felicidad.
Para que te hagas una idea: siento un ligero dolor muscular que comienza en el pelo y termina en la planta del pie. Roy también está agotado y me reprocha que lo dejé en la mochila todo el tiempo. Le digo que no se queje y que recuerde que su papá César no lo sacaba a pasear ni a Plaza Italia.
Después de almorzar lo acompañamos a Fabri en su trabajo. ¿Quién trabaja un domingo? Un guía turístico. Caminamos durante dos horas y media por las calles de Madrid bajo el sol del verano. Recopilé un montón de datos interesantes, pero mejor hagan el tour (es gratuito y parte a las 14 desde Plaza Mayor).
Ahora sí. Cumplido el chivo, Fabri procede a liberarme del grillete. Vamos a cenar a un restaurant mexicano y es lo último del día. Mañana dejamos Madrid y vamos hacia el más allá una vez más.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Gabito y Roy: Recargados

Sólo pienso en llegar
allí esperando están mis amigos
no tengo que demorar
debo cumplir, con mi destino y lo haré
(Pensando en llegar-Almafuerte)

¡Hola!

¿Me extrañaste? Seguramente no. No importa. Aquí estamos otra vez. Volvimos... en forma de fichas. Mi gallo Roy y yo partimos de nuevo a revivir nuestras euro-aventuras, las que ya conociste hace dos años. Pero esta vez en otro formato. Más breve. Pero no te preocupes porque no te vamos a defraudar (Menem '89). ¡Hay grandes noticias para contarte!
Antes de empezar, dejame hacer memoria. Aquella vez había renunciado a un trabajo espantoso y estaba por ponerme de novio, un amigo estaba por ser padre, otro se estaba por mudar y aquel otro estaba por cortar con la novia. Hoy tengo un trabajo excelente con compañeros (sin sentido peroncho) excelentes y una novia increíble, mi amigo se casó y fue padre, el otro se mudó y aquel otro está más feliz que nunca y con una novia nueva. Bueno, por suerte la historia salió bien para los que quiero (excepto para Don Julio, al que quiero mucho pero ya no está más al frente de la AFA para iluminarla con su eterna sabiduría). Aquí mi pequeño homenaje a nuestro prócer patrio.

Pero no escribo para contarte esto. Hay un plus... por un tema de trabajo tengo que ir una semana a Europa para participar de un curso de capacitación. ¿Suena bien, no? Demasiado bien.
Pero pará, hay algo aún mejor: no todo va a ser trabajo. También hay una semana de vacaciones. Semana que comienza hoy sábado. Es decir, durante dos semanas vas a saber exactamente qué estamos haciendo, a dónde vamos y con quién nos encontramos mi querido Gallo Roy y yo.
Dejame anticiparte algo. Primero voy a darte una mala noticia. Esta vez, por cuestiones de tiempo, no habrá Germania para mí y mi gallo. Así que lamento decirte que no habrá cervezas en München ni Puertas de Brandenburgo berlinesas. Pero no te decepciones...
Porque lo que sigue, seguramente te va a alegrar. Sí habrá crónicas del más allá... Por si esta es la primera vez que entrás al blog, "el más allá" es un lugar que está al norte de la otrora legendaria Germania. E iremos una vez más, con la mochila al hombro, a explorar esas lejanas y frías tierras. 
Pero además, en este nuevo viaje te vas a encontrar con personas a las que ya conocistes. Y otras nuevas, que tal vez no conocés pero que de verdad vale la pena conocer. No te quiero anticipar mucho en esta "nueva" primera crónica. Día a día vas a sorprenderte con lo que nos acontece en el primerísimo mundo.
Antes de despedirte me parece justo contarte algo muy importante. Esos amigos de los que te hablé hace un instante me pidieron que, ya que me iba de viaje, reabriera el blog. Lo pensé un rato largo y decidí hacerles caso. Entonces le pregunté a Roy si tenía el pasaporte al día y me respondió afirmativamente. Por nada del mundo se quería perder esta nueva aventura.

Todo listo entonces... En un rato comienza un nuevo viaje.