lunes, 14 de mayo de 2012

Acento catalán

Here I go again on my own
goin' down the only road I ever known.
like a drifter I was born to walk alone
and I've made up my mind, I ain't wasting no more time
(Here I go-Whitesnake).

Tal como marca el cronograma, abandonamos Londres (con varios sitios de interés que no hubo tiempo de visitar) para ir a Munich, la última parada antes de tomar el avión de regreso a casa. Un momento, ya estuvimos ahí. Fue en Semana Santa, como cuarenta crónicas atrás. ¿Te acordás, no? Ya realizado el viaje a la ciudad bávara hubo que cambiar de planes y entre las opciones barajadas prevaleció Barcelona.
Estando en Berlín instalé el software de alemán en mi cerebro y lo usé en toda su capacidad durante un mes. Luego debí zipearlo para poder hacer un upgrade del programa de inglés y manejarme en el Más Allá. Ahora era volver a hablar en castellano. En realidad, tampoco hablan castellano, sino catalán, una mezcla de español, portugués y algo de francés. De todos modos es inevitable ver que estamos más cerca de la Argentina que antes. Sobre todo cuando circulamos por una avenida que se llama precisamente República Argentina y hay un busto de San Martín. Atrás, a lo lejos, quedó el Más Allá. Ahora estamos casi a la vuelta de casa. A doce horas de avión, es cierto, pero casi a la vuelta.
Junto a mí y a Roy esta vez está el salteño que conocimos en Londres, que casualmente también venía para estos lares y casualmente también está en un hostel cercano. Con tantas casualidades pasó a buscarme y fuimos a dar una vuelta. Primero me lleva a la cancha del Barcelona. No puedo traicionarme a mí mismo. Le digo que si quiere hacer el tour, yo lo espero afuera, allí no entro.
Luego de averiguar los precios y horario, vamos para el Parc Güell, un gran parque público con construcciones diseñadas por el gato Gaudí. ¿Ah, no le dicen el gato? Bueno, no importa. Lo cierto es que entre subidas, escaleras, rampas, vistas panorámicas de la ciudad está la casa museo del famoso arquitecto. El salteño, Joaquín, me sugiere que entremos. Estoy hablando con un ingeniero nuclear. Debe tener data precisa, siempre. Pagamos los 5 euros y medio y nos encontramos con una discreta casa, un par de ambientes, muebles poco llamativos, una cama pequeña y poco más para destacar. No fue la decisión más inteligente.
Ya cansados volvemos en subte (por algún motivo que no entiendo, los cordobeses y el salteño le dicen "el metro") al hostel. Es el primer día barcelonés. Todavía queda mucho por conocer. ¿Fuerzas? El resto nomás.

5 comentarios:

  1. Ingeniero nuclear??? atomico! se dice atomico!!!

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  2. La temperatura da para ir a la playa? Hace dos años escribí mi nombre en la arena, buscalo.

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  3. Sí, da para ir a la playa y hasta yo me aventuraría a meterme al mar, el problema es que traje ropa de invierno asi que no tengo ningunos cortitos.

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  4. Cuando saliste del museo de Gaudí de casualidad sonaba "if you like piña coladas"?

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    1. Me pareció escuchar esa melodía. If you like piña coladas...

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