martes, 15 de mayo de 2012

Por esas calles de Barcelona

Barcelona! Suenan las campanas
Barcelona! Abre tus puerras al mundo
If God is willing, if God is willing, if God is willing
Friends until the end
(Barcelona-Queen).

Cuando en Argentina se hace referencia a Barcelona surgen los nombres de Messi y Serrat (¡qué pelotazo!). Seguramente Messi debe estar en el boca en boca de la ciudad, al menos está en cientos de camisetas cada día, pero quien por suerte debe desplazar a Serrat del segundo puesto es Gaudí. Ayer fue el Parc Güell, hoy fue el turno de ir a conocer La Sagrada Familia, su obra más famosa. Cerca de las once de la mañana nos juntamos con el salteño en la zona de La Rambla para dar inicio a la excursión gaudiana: primero el Palacio Güell, luego La Pedrera y por último, ya pasado el mediodía llegamos al punto final del recorrido.
Escuchar acento argentino en Escandinavia era realmente complicado. No lo encontramos en Gotheburgo, tampoco en Estocolmo y en Noruega estaba únicamente el de Fabri. En Barcelona encontrar un argentino ya no es una odisea y así fue cómo nos cruzamos con Matías, santafesino, y nuevo integrante de este grupo de personas que nunca se hubieran conocido en suelo nacional pero que sí lo hacen a miles de kilómetros. ¿Raro, no?
La Sagrada Familia comenzó a construirse en 1882 y es una monumental Iglesia emplazada en el centro geográfico de Barcelona. En el exterior, las varias columnas cuentan la historia de Jesús y el interior está poblado por varias columnas que sostienen toda la estructura. Dado que mis dos nuevos compañeros de viaje son ingenieros, pasamos un rato largo debatiendo materiales de las columnas, pesos de las mismas y tensión soportada por cada una. Un interesante debate, sin dudas. Si no podés visitar la Sagrada Familia en los próximos años te tengo una buena noticia: aun está en construcción y no va a estar lista en por lo menos diez año más. Así que tenés tiempo de ahorrar los euros necesarios.
Ya por la tarde el recorrido marcaba el barrio gótico, una histórica zona del sur barcelonés, caracterizado por calles angostas, pasajes pequeños, antiguos ladrillos y muchas Iglesias. Muchas de verdad eh. ¡Muchas! Esas calles me hicieron recordar al Assassin's Creed, un juego de X-Box 360 que por ahora tengo inconcluso en el que Altair, el protagonista, camina por tenebrosas calles medievales matando personas sin llamar la atención. Me pregunto cómo será caminar de noche por esas calles con una capucha.

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